miércoles, 31 de octubre de 2012


Y VOLVIÓ A SOÑAR...

Manuel Delgado Milán - 31.10.2012


Un buen día ciudadano X se despierta y ya no está, perdió durante el sueño lo que no sabía que era sueño, lo que era irreal, un decorado de cartón piedra. Había perdido lo que ahora descubría que nunca tuvo: un país, la democracia, la soberanía. Esos conceptos que ahora sabe que van unidos a cosas concretas: un empleo y un sueldo, una casa y el calor de un hogar, y a lo que creyó nunca podía perder, que nadie le podía quitar porque por ese se llamaban derechos. Siente ahora que, sin ellos, él mismo no existe. Que sólo la amenaza de ayer es el presente de hoy y el futuro de mañana.


El miedo empieza a ser su segunda piel, una suciedad que poco a poco se va metiendo dentro, que se le vuelve costra. Ya pasó el tiempo en que las mentiras le consolaban. Pero aún no es el tiempo en que asuma su verdad sin anestesia. La realidad siempre es más difícil de creer, pero ya se tragó todas las mentiras propias y ajenas, ya nadie le concede el favor de la mentira piadosa, porque creen que no la necesitan, ya no se toman el tiempo de inventarla.

Esta mañana puso la radio y el Presidente de Galicia fue interrogado por las declaraciones de la Ministra Piadosa de Trabajo, que ha dicho que ya estamos saliendo de la crisis, que le dijo que no era verdad. Recordó que el Presidente del BCE había declarado ayer que los gobiernos de países endeudados deberían reconocer que ya esos países ya no eran soberanos para justificar que se puedan cambiar por el poder real de Europa los presupuestos que aprueben los parlamentos.

Ante la dura realidad no pudo resistir y se dijo a si mismo:

"Todo eso es mentira. Hay un hecho que nunca reconoceré, al que no puedo rendirme sin convertirme en una sombra de mi mismo: que no hay esperanza de que algún día acordemos vivir según nuestra condición de seres dotados de razón. No puedo aceptar que la locura será eterna, que siempre seremos nuestro peor enemigo, el que finalmente, nos destruirá. No me rindo a que es imposible que el hombre (y la mujer) le declare la paz al ser humano, a su propia esencia.

Necesito creer que venceremos a nuestros demonios, a todo lo que nos impide encontrarnos con nosotros mismos, con los demás, y con todo lo que vive. Que no existe una amenaza mayor que sentirse amenazado por todo lo que nos rodea".

Ciudadano X se sintió mejor y pudo llegar a la noche.

Y volver a soñar.

lunes, 29 de octubre de 2012

LAS LAGRIMAS DEL REY JUAN CARLOS


Juan Torres López
Catedrático de Economía Aplicada del Departamento de Teoría Económica y Economía Política - Universidad de Sevilla
29 de octubre de 2012



Leo en diversos medios las declaraciones del rey Juan Carlos a los periodistas en un viaje a la India sobre la situación española: “Desde fuera, -dice el monarca-España se ve mejor, sales más contento de la imagen de España. Dentro, dan ganas de llorar, todo son penas”.

Parece mentira que haga esa afirmación sin darse cuenta que si aquí nos dan muchas veces ganas de llorar es, en gran medida, por el comportamiento del Rey y de algunos miembros de su familia. Da ganas de llorar que a estas alturas de la historia nuestro pueblo tenga un jefe del Estado sin haberlo elegido y que se de por bueno que el tampoco podamos hacerlo con el siguiente. Da ganas de llorar la opacidad que afecta a los negocios del Rey y que los españoles no podamos saber ni cuál es su fortuna adquirida mientra ha ocupado la Jefatura del Estado ni cómo la ha obtenido. Da ganas de llorar que sepamos que él ha sido quien ha abierto las puertas a los negocios sucios de su yerno y también que sea siempre el mejor aliado de una oligarquía empresarial y financiera que está en el origen de los males más graves que sufre nuestra economía. Da ganas de llorar que no tenga esa misma empatía con otros grupos sociales y también que asuma sin más las posiciones ideológicas que mantiene justamente la parte de la población más privilegiada mientras que se presenta como Rey de todos los españoles.

Da ganas de llorar que se dedique a disfrutar a costa del erario público en actividades francamente innobles por no decir que poco éticas y da ganas de llorar que le bese la manos con tanto ahínco a los jerarcas religiosos cuando luego lleva una vida personal tan poco ejemplar y del estilo que estos últimos condenan en sus pláticas.

Aquí no todo son penas, como él bien sabe perfectamente. No las tienen sus amigos enriquecidos a la sombra del poder, los que se benefician constantemente de la inmunidad (empezando por él mismo) o de los indultos, los que siempre tienen la suerte de que le prescriban los casos judiciales que deberían llevarlos a la cárcel, los que se han hecho de oro engañando a la gente y a quienes el Rey recibe en palacio cada dos por tres, los que viajan a su lado diciendo que venden la imagen de España cuando lo que hacen es irse a ganar dinero de cualquier forma mientras evaden impuestos en España.

Quienes tienen penas en España son otras personas, pero no son las cercanas al Rey y por eso se extraña el Monarca de sus llantos.

Aquí lloran los miles que están perdiendo su casa a manos de bancos depredadores sin que al Monarca le haya salido ni una palabra ni el más mínimo gesto de solidaridad y apoyo efectivo.
Si el Rey Juan Carlos tuviera lo que tiene que tener un buen Jefe de Estado (o simplemente una buena persona) para no hacer llorar a muchos de sus conciudadanos no se iría de caza cada dos por tres, o de copas con sus amigos y amigas multimillonarios, o a ganar quién sabe dónde aún más dinero, sino que estaría en la puerta de las casas donde los banqueros se quedan con las viviendas de la gente humilde que se han quedado sin ingresos por su propia avaricia.

Si el Rey Juan Carlos fuese a sus puertas a consolar a esta gente y a evitar con valentía que los dejen en la calle, si en lugar de ponerse tantas medallas en el pecho pusiera su estampa delante de la policía para evitar que la gente más indefensa pierda sus casas, entonces sí, entonces Juan Carlos de Borbón sabría por qué se llora tanto en España.


http://juantorreslopez.com/impertinencias/las-lagrimas-del-rey-juan-carlos/

miércoles, 24 de octubre de 2012

Hoy, en todos los medios:

Rubalcaba reafirma su intención de quedarse al frente del PSOE como mínimo hasta 2016.

Extraña actitud, que por una parte certifica la defunción del PSOE como gran partido alternativo, y que por otra me lleva a la constatación de una sospecha, ya expresada por mi en diversas ocasiones.




La curiosa actitud del Secretario General del Partido Socialista me reafirma en mi percepción de que hay un entente previo al 20N de 2011, entre la TROIKA-PSOE-PP,  a fin de otorgarle mayoría absoluta al Partido Popular y por tanto que el nuevo gobierno tuviera carta blanca a fin de que pudiese actuar sin oposición real alguna y en el sentido que lo está haciendo: garantizando que los bancos europeos recuperen sus inversiones en España, aún a costa de la destrucción de nuestra economía y por tanto del relativo estado de bienestar y seguridad que en este país ya se había alcanzado.

Supongo que la alternativa hubiera sido la imposición de un gobierno tecnócrata al igual que en Grecia y en Italia, pero ello hubiera conllevado una fuerte contestación por parte de la ciudadanía española, evitable si aprovechando la coyuntura electoral surgía de las urnas un gobierno con una amplia mayoría, todo ello con el presunto refrendo de los españoles, tal como así fue.

Indicadores que confirman mi percepción hay muchos: el primero de éstos el perfil electoralista 'ultrabajo' que mantuvo el PSOE en precampaña, incluso con aparente disensión interna que no tuvieron el menor cuidado en evitar que trascendiese a los medios, hecho impensable en los periodos preelectorales en los que se cuida la inagen de manera exquisita.

En segundo lugar, la asunción de las responsabilidades económicas por parte de un personaje de conocida vinculación con Lehman Brothers, al igual que en Grecia e Italia y claramente un 'delegado' de la Troika (recordemos que Rajoy no dio pista alguna del gobierno antes de que el mismo fuese anunciado, e incluso en algún medio se comentó que De Guindos no era el Ministro que Rajoy tenía ya previsto meses atrás).

Otra 'pista' es la casi casi inexistente oposición parlamentaria del PSOE, cuando no clara connivencia con las medidas de Rajoy durante casi todo un año; y por último los comentarios de hoy mismo, los cuales ya no dan espacio a la menor duda de que la alianza mencionada es un hecho, y que por tanto, quién gobierna Enonómicamente este país es la Troika, por intermediación de un gobierno y de una oposición 'títeres".

Pavel.
¿Qué pasaría si los bancos españoles en problemas no recibieran ayudas y se les dejara caer?





24 octubre 2012
Eduardo Garzón – Consejo Científico de ATTAC España


Desde el estallido de la crisis financiera hemos visto cómo muchas entidades bancarias españolas se han visto en serios problemas y cómo el gobierno ha acudido en su ayuda inyectándoles de una u otra forma dinero público (para ver las diferentes formas de ayuda y su cuantía leer este artículo http://www.agarzon.net/?p=1739). Este traspaso directo de dinero perteneciente a todos los ciudadanos a unas entidades privadas atenta claramente contra la justicia social e incluso contra los fundamentos económicos en boga. Sin embargo, el gobierno ha esgrimido continuamente como argumento la necesidad de no dejar caer a las entidades bancarias para evitar así un colapso financiero que terminaría perjudicándonos más a todos. Pero, ¿hasta qué punto es cierto este argumento tan recurrido? Profundicemos en el tema.

Un banco en problemas es un banco que no puede atender los pagos que tiene comprometidos con otros agentes. Si un banco en problemas no es ayudado con dinero público se verá forzado a caer, a ser liquidado, a desaparecer como entidad. Esto significa que el banco tendrá que vender todo aquello que posea y que tenga valor y con el dinero recaudado tendrá que devolver los pagos que tenía comprometidos. Pero claro, si el banco se está liquidando es porque no tiene suficiente dinero para abonar todos los pagos que debe, por lo que después de vender sus propiedades dispondrá de menos dinero del que debe pagar. No podrá pagar a todos aquellos a los que les debe dinero, así que algunos se quedarán sin cobrar.

Por ejemplo, si un banco debe dinero por una cuantía de 1.000 millones de euros y después de vender sus posesiones recauda solo 700 millones de euros, quedarán 300 millones de euros sin poder pagarse y que se consideran pérdidas. Alguien no podrá cobrar; alguien debe hacerse cargo de esas pérdidas.
¿Pero quién se quedará sin cobrar? Pues eso lo decide la ley, que se rige por el siguiente criterio: los últimos en cobrar (los primeros en asumir pérdidas) serán aquellos agentes económicos que más riesgo hayan contraído en sus operaciones con el banco, y cobrarán primero aquellos que menos riesgo hayan asumido. Este criterio es muy lógico, porque cuanto mayor riesgo existe más dinero se puede ganar, pero también perder. Cuando una persona o un fondo invierte en un banco contrayendo un riesgo elevado tiene que ser consciente de que su inversión dependerá del funcionamiento del banco: si al banco le va bien, el inversor ganará mucho dinero; pero si le va mal, perderá mucho dinero.

Así las cosas, en el dibujo siguiente se muestra el orden en el que los agentes deben asumir las pérdidas del banco.


Los primeros en asumir pérdidas (los primeros en no cobrar) serán los accionistas. Las acciones son un elemento de inversión con un riesgo elevado que genera mucha rentabilidad. Puesto que sus propietarios han ganado bastante dinero con este tipo de inversión, se entiende que deben ser los primeros en asumir pérdidas.

Si, por ejemplo, el banco en cuestión ha cuantificado las pérdidas por orden de 300 millones de euros y debe a los accionistas 100 millones de euros, quedarán 200 millones de euros en pérdidas. Alguien más tiene que quedarse sin cobrar. En ese caso se procederá en el orden comentado: los segundos en contraer pérdidas serán los propietarios de los bonos subordinados. Ésta es una inversión de menor riesgo que las acciones, pero todavía con un alto riesgo y alta rentabilidad.

Si después de ello todavía quedasen pérdidas por traspasar, los siguientes serían los poseedores de bonos no garantizados (tipo de inversión con menor riesgo que los bonos subordinados y que las acciones).

En penúltimo lugar se encuentran los depósitos de los clientes. Los propietarios de estos depósitos son los ciudadanos que han depositado en el banco sus ahorros, y por lo tanto no han corrido riesgos ni han ganado mucho dinero con esa actividad, por lo que se entiende que tienen prioridad a la hora de cobrar en caso de liquidación.

Y ya por último el banco tendrá que pagar a los propietarios de los bonos garantizados. Estos bonos son un elemento de inversión muy seguro (con poco riesgo) que genera muy poca rentabilidad. Puesto que sus propietarios no han ganado mucho dinero con este tipo de inversión, se entiende que deben ser los primeros en cobrar (los últimos en asumir pérdidas).

Esta prioridad en el pago ya nos está indicando algo muy importante: si a un banco se le deja caer y es liquidado, los propietarios de los bonos garantizados pueden estar tranquilos porque cobrarán con toda seguridad. Además, y con casi toda seguridad, después de devolver el dinero de los bonos garantizados sobrará dinero para devolver a los depositantes sus ahorros. La única forma de que el banco no pudiese devolver los depósitos a los ahorradores sería si las pérdidas del banco fuesen tan grandes como para que no pudieran ser absorbidas por los accionistas, por los propietarios de bonos subordinados y por los poseedores de bonos no garantizados.

Saber con total seguridad cuántas pérdidas tienen los bancos españoles es muy difícil. Es difícil porque muchos de los activos bancarios tienen los precios inflados en su contabilidad, y la única forma de conocer con exactitud su precio real sería acudiendo al mercado a venderlos. No obstante, se han hecho muchas estimaciones sobre estas cantidades y todas calculan que las pérdidas de los bancos españoles nunca serían tan grandes como para no poder devolver los depósitos en caso de liquidación.
La estimación más pesimista calcula que las pérdidas serían de 300.000 millones de euros (la más optimista es la de la Unión Europea: menos de 100.000 millones de euros y por eso el rescate será de esa cuantía), que a pesar de ser una cantidad relevante, puede ser absorbida por los inversores más arriesgados de los bancos (accionistas y poseedores de bonos subordinados y de bonos no garantizados). Según el director de Independent Advisors este tipo de inversores podrían asumir pérdidas de hasta 700.000 millones de euros. Incluso empleando la estimación más pesimista (300.000 euros), habría suficiente margen para que las pérdidas no llegasen a afectar a los depositantes.

En otras palabras, si el gobierno no ayudase con dinero público a los bancos españoles en problemas, éstos tendrían que ser liquidados y tendrían enormes pérdidas. Pero las pérdidas afectarían a los inversores más arriesgados y nunca a los depositantes. Los ciudadanos podrían recuperar sus ahorros aunque el banco no fuese ayudado por el gobierno. Por lo tanto, ni los ahorradores del banco ni el Estado tendrían que sufrir las consecuencias de la mala gestión de los bancos.

Los costes los tendrían que asumir los accionistas y otros inversores más arriesgados (lo que es normal y lógico, pues se embarcaron en operaciones arriesgadas y han perdido). Si tenemos en cuenta que estos inversores son fundamentalmente grandes entidades financieras y grandes empresas, veremos todavía con mejores ojos que sean estos agentes los que soporten las pérdidas, puesto que gracias a su tamaño y potencial poseen una gran capacidad para afrontar pérdidas.

Ahora bien, es cierto que en este caso se generaría un efecto dominó que terminaría afectando a más bancos y a más empresas. Esto es así porque aquellas empresas que deberían asumir pérdidas podrían luego no poder cumplir sus compromisos de pago con terceros agentes. Liquidar bancos problemáticos tiene un coste alto, aunque no sea para el Estado o para los ciudadanos. Pero la pregunta clave es: si el coste hay que sufrirlo de todas formas, ¿por qué tienen que padecer todo el coste los ciudadanos corrientes -que nunca se arriesgaron en las operaciones bancarias, que apenas ganaron dinero con ellas, y que además en general no gozan de suficientes recursos para soportarlos- y no padecerlo en absoluto los inversores privados -que se arriesgaron, ganaron dinero con ello, y que además tienen un colchón económico mucho mayor?

La forma en la que se están traspasando las pérdidas de los bancos a los ciudadanos atenta contra la lógica económica y la justicia social; fenómeno que revela la estrecha ligazón entre la élite económica que saldría perdiendo si se liquidasen los bancos y la élite que posee el poder político. No es de extrañar, por lo tanto, que los indignados españoles digan bien claro y bien alto que la respuesta a la crisis sea una enorme estafa.


http://www.attac.es/2012/10/24/%C2%BFque-pasaria-si-los-bancos-espanoles-en-problemas-no-recibieran-ayudas-y-se-les-dejara-caer/

lunes, 22 de octubre de 2012

Jordi Évole  -  Domingo 16.10.2012 


LO QUE NO NOS DIJIMOS

No estoy para dar lecciones. Más bien, para tomar nota. Y tras mi encuentro con Artur Mas he apuntado varias cosas que no nos dijimos. Mas me ha parecido un apostante que sabe que lo que hace no tiene pérdida. Como la banca de un casino: siempre gana.






* Si hay consulta y la gana, el premio para él otra vez.
* Si gana la consulta pero se impide la independencia, los malos serán los otros. Gana de    nuevo.
* Si hay consulta, gana y logra la independencia, pleno.
* Y si hay consulta y pierde, pasará a la historia por ser el presidente autonómico que consiguió que Catalunya llevase a cabo un referendo de independencia.

Mas solo perderá si se echa para atrás y defrauda a sus votantes: algunos de los de siempre y todos los prestados del 25-N.

A mí me parece que Artur Mas prefiere pasar a la historia a que la historia le pase por encima con la crisis. He tenido la sensación de que el 'president' ha entrado en el independentismo porque no ve salida a la crisis sin recortes, incluyendo el de su prestigio. Ya puestos a recortar, prefiere recortar el tiempo de Catalunya en España. No me ha sonado convencido de que esa sea la solución a los problemas, sino un mal menor. Más que un enamorado de la independencia, me ha parecido que está de morros con la dependencia.

Me he creído a Mas cuando dice que no va en contra de España. Y me creo a otros presidentes autonómicos cuando critican a Mas y dicen que no van en contra de Catalunya. Con o sin crisis, me ha dado la impresión de que Mas no ve a Catalunya como parte de España, y sí como a alguien que merece comer aparte aunque formalmente siga dentro de España. Madrid no ha querido darle de comer aparte o con el menú que quería él, y diría que eso le ha provocado ardor de estómago y ardor independentista.

ESTAR JUNTOS
Me da en la nariz que a Mas no le preocupa mucho si hay o no autonomías que aportan más dinero a las arcas del Estado. Le preocupa Catalunya. Y a España, pese a estar en la UE, le preocupa España. ¿O se ha preocupado mucho por cómo vivían los griegos en los últimos años?

Estar juntos no significa estar bien, a veces solo significa estar juntos. Hay diferencia entre bailar pegados y bailar pegándose, por muy juntos que estemos. ¿Será que todo el mundo barre para casa?

Se me pasó comentarle si la pregunta del referendo será si estamos dispuestos a ser independientes y pobres. No es por ser agorero, sino porque creo que los verdaderos independentistas son aquellos que incluso prefieren ser pobres a depender de Madrid. A los que pretenden la independencia para ser más ricos, en mi opinión, les interesa más la riqueza que la independencia. Después de la entrevista fuimos a comer, y cuando vinieron los cafés, Mas no tomó. Ni ahí hubo café para todos.


http://www.elperiodico.com/es/noticias/opinion/jordi-evole-que-nos-dijimos-2230899

















domingo, 21 de octubre de 2012

PORQUÉ ESPAÑA NO ES ALEMANIA















Observo que en los 'medios' en general, se hace un análisis bastante superficial y simplista de la corrupción del 'Sistema' en nuestro país y creo que hay que profundizar hasta sus raíces para poder explicarlo con un mínimo de rigor.

Es bien sabido que la Transición fue un fraude y que las estructuras de los Poderes del Estado fueron profundamente penetradas por los beneficiarios del ya temporalmente lejano Golpe de Estado franquista de 1,936...¡y así sigue siéndolo por sus herederos, sin pérdida de continuidad alguna!. Por tanto, políticamente no está tan lejano el "glorioso alzamiento".

Prueba de ello es que la inmersión en los apellidos de los actuales integrantes de los Poderes Públicos y en las instituciones que los conforman nos llevaría a enlazar con muchos de los personajes que ya ostentaban el poder en 1.940. Es cierto que desde entonces también se han subido al carro muchos oportunistas, lo cual ha hecho degenerar aún más si cabe la degradación ética y moral de quienes entienden que el ejercicio de la función pública es solo la vía para perpetuarse dinásticamente en todos los órganos del Estado. Y también es bien sabido que el poder acaba corrompiendo, máxime cuando no se conoce otra forma de vida que la ostentación a perpetuidad de un cargo público, como si de un designio divino se tratase.

Llegado a este punto, observamos como los políticos, jueces, banqueros, -obispos- etc. etc. expresan con sus palabras y actos, ya sin careta y sin el menor escrúpulo, su falta total de sensibilidad y responsabilidad frente a los administrados, por no decir manifiesto desprecio por los mismos, sometiendo a expolio y brutalidad hasta la extenuación a un pueblo que de tan sumiso, llega a ser comparado con “ratas de laboratorio” por la  filósofa Susan George, . Y 'para muestra, un botón': las recientes palabras de Rajoy expresando que 'no le preocupa' el impacto que supondrá en el PIB que sea el Estado (todos los españoles de a pie) quien responda del dinero que la UE inyectará a la banca privada...¡Y nadie ha salido a la calle clamando por tal aberración!, y en las redes sociales se habla del asunto con una tibieza que asusta.

Y otras razones que justifican el título de esta 'entrada' , aparte de con las fotos,  queda explicitado por estos otros hechos:

El febrero de este año dimitía el Presidente alemán acusado de corrupción y 'tráfico de influencias'.

Ya en marzo de 2011 lo había hecho el Ministro de Defensa de ese país al ser conocido que en 1992  plagió su tesis doctoral.

Hace unas fechas dimitía la Ministra de Educación alemana exactamente por las mismas razones que su colega de Defensa.

¿Podemos creer que en este país pueda dimitir algún cargo público? En España, donde la pudredumbre de los poderosos ha llegado a tal extremo sin que nadie se despeine por ello, esa posibilidad es absolutamente impensable.

PD.- La dimisión, tras enorme presión social, del Magistrado Carlos Dívar es la excepción que confirma la regla...

sábado, 20 de octubre de 2012


Me complace traer a "IeI" una breve reflexión de un hombre informado y comprometido. Por ser un simple comentario que ha 'colgado' en su muro de Facebook no tiene título alguno, así que so lo pongo yo. - Pavel


LA CRUDA REALIDAD, SIN DEMAGOGIA


Manuel Delgado Milan - Abogado

Reto a alguien me muestre una sola verdad de los gobernantes españoles en los últimos años. Una sola promesa cumplida. Sólo son eficaces en lo que no dicen ni prometen: machacar a los ciudadanos en proporción directa a su debilidad, de forma progresiva y constante: cada vez más, a los más débiles.

Para Rajoy ayer, 40.000 millones más para la banca, es nimiedad (" un 4% del PIB"), porque ahora reconocen que formará parte de la deuda pública. Una nimiedad que evitaría todos los recortes en sanidad y educación y que es muy poco menos que toda la recaudación del IVA (48.000).

España es hoy una ONG invertida, los empobrecidos socorriendo, a la fuerza, a sus enriquecidos ladrones, cuando deciden que han perdido un poco. Cuando crean una crisis para socializar sus pretendidas "pérdidas". En realidad, en eso es en lo que consiste el capitalismo, en el robo, en un gran timo, en una gran mafia organizada para que el capital, la riqueza, se acumule sin límite en pocas manos.

Lo que los gobiernos llaman política y democracia, no es nada más que el sistema para que los de arriba sigan sometiendo a los de abajo por medio de la mentira y el miedo. La dictadura está preparada y las medidas fascistas se van imponiendo en la medida en que vamos descubriendo la jugada y perdiendo el miedo.

En esas estamos y arrieros somos, que nadie se engañe. La libertad siempre tendrá un precio, pero también tendrá la mejor recompensa, vivir tu propia vida no la que te han diseñado como esclavo. En la sumisión, el precio es la hipoteca de nuestra propia vida, ahora ya, sin ninguna recompensa.

Manuel Delgado


miércoles, 17 de octubre de 2012



UN EJEMPLO PARA UNA EUROPA EN CRISIS

Ecuador se negó a pagar la deuda y prosperó



Como España hoy, hace unos años, Ecuador era el país sudamericano que más parte de su presupuesto consagraba al pago de su deuda soberana. En 2005, Quito atribuyó el 40% del presupuesto público al pago de los intereses de la deuda mientras los gastos de sanidad y educación se reducían al 15%. Se satisfacía primero a los acreedores extranjeros, en detrimento de las necesidades fundamentales de la población. Un endeudamiento ilegítimo, una dependencia económica y financiera y un aumento de las desigualdades constituían las principales características de aquel Ecuador. Ante ese estado de hechos, en noviembre de 2006, a través de la vía electoral, los ecuatorianos llevaron a Rafael Correa a la presidencia de la República. Y con él todo cambió.

Al asumir el cargo en enero de 2007, Rafael Correa preconizó una “Revolución Ciudadana”, no violenta y democrática, que favoreciera la integración, la solidaridad y la equidad. Para alcanzar tales objetivos, era necesario asumir el poder a fin de transformarlo en poder popular, para provocar cambios en las estructuras desiguales existentes, puesto que el verdadero de­sarrollo sólo es posible a través de la modificación de las relaciones en el seno de la sociedad.

Correa decidió optar por la vía alternativa de dedicar los fondos estatales al gasto social y productivo, reduciendo de forma significativa la proporción del presupuesto asignada al pago de la deuda externa, y aumentando considerablemente la inversión humana. La realización de esta política fue posible gracias, en gran medida, a los resultados de la auditoría de la deuda externa y al rechazo de las deudas consideradas ilegítimas. Para lograrlo, Ecuador tuvo que atravesar un camino plagado de obstáculos. 

En el periodo de 1982 a 2006, la deuda externa en su totalidad (privada y pública) no hizo más que aumentar. Las ligeras “correcciones” derivadas de las diferentes condonaciones y renegociaciones nunca llegaron a frenar su vertiginoso ascenso, que pasó de 241 millones de dólares en 1970 a 17.000 millones de dólares en 2006. Representó como media, en el conjunto del mismo periodo, casi el 61% del producto interior bruto (PIB). Ecuador padecía entonces una verdadera hemorragia: si se calcula la diferencia entre las sumas recibidas de los prestamistas extranjeros y las sumas reembolsadas, se constata que la transferencia neta respecto a la deuda era negativa.

En ese periodo, más de 13.500 millones de dólares salieron de Ecuador para reflotar a los diferentes acreedores extranjeros. Así pues, esa lacra se fue transformando en un instrumento de dominación y de expolio de los países deudores, concebido por y para los países acreedores y las instituciones financieras internacionales. Además, Quito transfirió más de mil millones de dólares a los organismos multilaterales –Banco Mundial, Banco Interamericano de Desarrollo, Banco de desarrollo de América Latina, Fondo Monetario Internacional– y, sin embargo, su deuda aumentó.

Los intereses de la deuda representaban, en 2004, el 145% de los ingresos fiscales petroleros y, en 2006, el 200%... Si esta tendencia se hubiera mantenido, Ecuador hubiera agotado sus reservas petroleras en 25 años sin haber invertido esa riqueza en apoyar su desarrollo. Por otra parte, sólo el 14% de las sumas prestadas entre 1989 y 2006 se utilizaron para proyectos de desarrollo (agua potable, energía, irrigación, transportes, telecomunicaciones, infraestructura social y apoyo a las empresas). El 86% restante sirvió para devolver el capital y los intereses de la deuda externa.

El presidente Rafael Correa se comprometió a poner fin a semejante círculo vicioso del pago de la deuda y de acuerdos para la refinanciación de todo tipo. Para ello, creó la “Comisión para la Auditoría Integral del Crédito Público” (CAIC) el 7 de julio del año siguiente. El Gobierno pretendía de ese modo impulsar la identificación de las deudas ilegítimas, tanto con los acreedores multilaterales (BM, FMI, BID) como con los acreedores bilaterales. En base a los resultados de la auditoría, Ecuador renegociaría entonces el pago de la deuda externa. Decidió no pagar las deudas que no hubieran beneficiado a la población o que se hubieran contraído de forma fraudulenta, y emprender acciones jurídicas contra los responsables de la situación de endeudamiento. 

La posición de Correa fue clara: la deuda externa se pagará en la medida en que no afecte a las prioridades del desarrollo nacional. Posición que no excluye la opción de una moratoria si la situación económica lo exige. El Gobierno se posicionó así como “país acreedor” frente a una deuda ya ampliamente pagada y de la cual una buena parte era ilegítima, lo que justificaba su no devolución.

Un ejemplo de deuda ilegítima fue la decisión del Gobierno noruego de anular la deuda ecuatoriana. A finales de los años 1970, la industria noruega de construcción naval se encontraba en mala situación. Oslo decidió poner en marcha una “Campaña de exportación de navíos” y se aprobaron numerosos préstamos sin considerar la realización efectiva de los proyectos previstos ni la capacidad de reembolso de los países deudores. De los 36 proyectos concluidos con 21 países, sólo dos consiguieron satisfacer su deuda. Ecuador fue uno de los países que no llegó a hacerlo. Gracias a la presión de activistas por la anulación de la deuda tanto en Noruega como en Ecuador, el Parlamento y el Gobierno noruegos terminaron por tomar conciencia de que tales actuaciones eran inadmisibles. El 2 de octubre de 2006, el ministro noruego de Desarrollo Internacional anunció la anulación de la deuda para los países que, como Ecuador, aún debían entonces 36 millones de dólares.

Las renegociaciones con los acreedores internacionales habían empezado en 1983 cuando la deuda comercial de las empresas privadas ecuatorianas pasó a ser responsabilidad del Estado, ya que éstas no tenían recursos para cumplir con sus obligaciones económicas (como pasa hoy en España con los bancos). El proceso de renegociación conoció diversas peripecias, pero las cosas no cambiaron realmente hasta que, en 2007, siete meses después de su elección, el presidente Correa decidió crear la CAIC. Las conclusiones mostraron que numerosos préstamos habían sido concedidos violando reglas elementales del derecho internacional.

Como ocurre hoy en Grecia, en Portugal o en España, esas condiciones de crédito aceptadas obligaron a Ecuador a iniciar reformas estructurales que garantizaran modelos de pago de la deuda, en detrimento del crecimiento económico y de los derechos sociales de la población. 

Se llegó así a la sexta renegociación, en noviembre de 2008. Quito decidió suspender el pago de títulos de deuda con fecha de vencimiento, algunos para 2012, y otros para 2030. Rafael Correa propuso una reestructuración de la deuda, no por falta de dinero, sino porque existían indicios de ilegitimidad y de ilegalidad de la deuda. El Presidente Correa señaló que la renegociación debía tener en cuenta, no sólo las exigencias de los acreedores, sino también las demandas del Gobierno, tomando ante todo en consideración las posibilidades de pago del país, únicamente después de haber satisfecho las necesidades sociales del pueblo.

En junio de 2009, Ecuador consiguió readquirir títulos de deuda por valor de 3.200 millones de dólares por sólo 900 millones de dólares, es decir, con una reducción de entre un 65% y un 70% de su valor. Si tenemos en cuenta los intereses que Ecuador ya no tendrá que pagar, puesto que ha comprado títulos que vencen en 2012 y en 2030, el Tesoro Público ahorró en torno a 7 280 millones de dólares para los próximos 21 años. Esto ha permitido encontrar nuevos medios financieros y aumentar el gasto social en la sanidad, la educación, la ayuda social y el desarrollo de infraestructuras de la comunicación.

Como consecuencia, la deuda de Ecuador descendió de 17.475 millones de dólares en 2008 a 13.686 millones en mayo de 2011, lo que representa una reducción de 3.789 millones de dólares. El saldo de la deuda externa pública fue restablecido a 8.705 millones, mientras que el de la deuda privada quedó en 4.981 millones.

Esta actitud original y soberana del Gobierno responde a preceptos precisos inscritos en la nueva Constitución ecuatoriana aprobada por sufragio universal en septiembre de 2008. En especial, el artículo 290 somete todo endeudamiento futuro a las siguientes reglas:

1. Se recurrirá al endeudamiento público sólo cuando los ingresos fiscales y los recursos provenientes de la cooperación internacional sean insuficientes.
2. Se velará para que el endeudamiento público no afecte a la soberanía, los derechos, el buen vivir y la preservación de la naturaleza.
3. Con endeudamiento público se financiarán exclusivamente programas y proyectos de inversión para infraestructuras, o que tengan capacidad financiera de pago. Sólo se podrá refinanciar deuda pública externa, siempre que las nuevas condiciones sean más beneficiosas para Ecuador.

La no devolución de la deuda decidida por Rafael Correa, le ha permitido a Ecuador ahorrar casi 7.000 millones de dólares (intereses incluidos), que se han reinvertido en el ámbito social.

Por otra parte, entre 2006 y 2011, el porcentaje del presupuesto estatal dedicado a la devolución de la deuda pasó del 24 al 7%, mientras que el relativo a los gastos sociales aumentó del 12 al 25%. Además, el crecimiento del PIB alcanzó una media del 4% desde 2006 y de un 7,8% en 2011, lo que permitió financiar el aumento de los salarios, las pensiones y la mejora general de las condiciones de vida.

En mayo de 2010, a raíz de un encuentro con el ex primer ministro griego Yorgos Papandreu, Rafael Correa le aconsejó, pero en vano, que Atenas dejase de pagar su deuda. Le explicó en términos simples pero significativos: “Es la lógica financiera: te caíste, me pagas más y más caro. Cuando la lógica del desarrollo tendría que ser: te caíste, pues te levanto y después ya veremos cómo nos arreglamos”. Reiteró este consejo el 8 de octubre de 2011 a los países europeos afectados por la “crisis de la deuda”, que no es más que un pretexto para la implementación de políticas austeritarias.

Si analizamos las medidas regionales, coherentes con las políticas mencionadas, se puede destacar que en marzo de 2007, siete países de UNASUR (Argentina, Venezuela, Bolivia, Ecuador, Paraguay, Brasil y Uruguay) decidieron restablecer márgenes de maniobra creando el Banco del Sur, una institución financiera que dispondrá de una parte de las inmensas reservas –entre 7.000 y 20.000 millones de dólares– para el desarrollo del continente.

Y Ecuador añadió otros dos pilares a la nueva arquitectura financiera regional con la Declaración de Quito de mayo de 2007. Propone la creación de un fondo de estabilidad regional, el Fondo del Sur, y una unidad de cuenta común que abra el camino a la futura unión monetaria sudamericana. De ahí el SUCRE, o Sistema Unitario de Compensación Regional de Pagos, boceto de una moneda común.

Tras cinco años de Revolución Ciudadana, Ecuador ha logrado encontrarse por primera vez en una situación que le permite realizar una distribución adecuada de la renta y la riqueza, promover la producción nacional, la integración regional, el respeto a los derechos de los trabajadores y la estabilidad económica.
Aunque todavía quedan objetivos por alcanzar, las cifras de la revolución productiva y económica son reveladoras de un cierto optimismo. El paro y los contratos precarios se han reducido, la pobreza ha disminuido. Según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), Ecuador es el segundo país de la región que más ha reducido su índice de pobreza, que ha caído 9 puntos situándose en un 28,6%. En 2011, 650.000 personas salieron de la pobreza.

Gracias al crecimiento económico y a la gestión responsable de las finanzas, la deuda pública en relación al PIB ha descendido a su nivel más bajo en la historia. En octubre de 2011, se situaba en un nivel del 22% (14% de deuda externa y 8% de deuda interna). Ecuador ha conseguido imponerse a la deudocracia. Y ya no está en venta.

Por CARLOS JÁTIVA, Embajador de Ecuador en París


http://www.monde-diplomatique.es/?url=mostrar/pagLibre/?nodo=c0c9a682-d412-4501-9cfd-cb6874237206




Vale la pena leer lo que dice respecto a Chávez y Venezuela el Catedrático Vicenç Navarro, una persona pragmática y exquisitamente cuidadosa con lo que escribe, contrastándolo todo hasta que no quepa ni el menor atisbo de duda.


Los medios de información españoles y Chávez

Artículo publicado por Vicenç Navarro en la columna “Pensamiento Crítico” en el diario PÚBLICO, 16 de octubre de 2012


Este artículo muestra la falta de objetividad de los mayores medios de información españoles en su cobertura de la realidad existente en Latinoamérica en general y en Venezuela en particular. El artículo señala también el daño que tal manipulación de la realidad está significando para España.

Mark Weisbrot, uno de los analistas de la realidad internacional más conocidos y respetados en EEUU, acaba de escribir un artículo sobre Venezuela y sobre América Latina en el International Herald Tribune (10.10.12) que, como era de esperar, ha pasado desapercibido en los mayores medios de información españoles. En realidad, más que pasar desapercibido, ha sido ignorado porque los datos y la exposición de la realidad de aquel continente que presenta Weisbrot muestran los errores, manipulaciones y falta de objetividad que existen en los mayores medios de comunicación de España en sus reportajes sobre América Latina. En realidad, la práctica periodística de tales medios, en su cobertura de aquel continente, responde más al terreno de la propaganda política que al de la información equilibrada que intenta ser objetiva.

Según esta visión propagandística, Venezuela es una dictadura dirigida por el dictador Hugo Chávez que ha terminado con las libertades en aquel país. A esto se añade también que sus políticas han arruinado su economía. Esta interpretación de la realidad de Venezuela se repite constantemente en la mayoría de los medios españoles, tanto públicos como privados, y tanto escritos como orales. Raramente en tales medios se cita el nombre del Presidente de Venezuela, el Sr. Hugo Chávez, sin anteponerle el calificativo de “dictador”.

Ocultados por esta avalancha propagandística, hay algunos hechos elementales de fácil verificación. Y uno de ellos, como ha señalado Mark Weisbrot, es que la afirmación de que la libertad de prensa ya no existe o está limitada en Venezuela, o que las fuerzas opositoras encuentran dificultades para expresar su crítica al gobierno, carece de credibilidad. A la luz de los hechos, tales acusaciones no son sostenibles. Según la compañía Nielsen Media Research International (una de las compañías, basada en EEUU, de mayor experiencia en el análisis de los medios de información, tanto de EEUU como del mundo) la gran mayoría de canales de televisión en Venezuela son privados, pertenecientes a empresas mediáticas que expresan gran hostilidad hacia el gobierno Chávez. En realidad, la televisión pública -instrumentalizada por el gobierno venezolano- cubre sólo el 5,9% de la audiencia venezolana. Un tanto igual ocurre en la prensa escrita, en la que la mayoría de rotativos, incluyendo los que tienen mayor difusión, como El Nacional, El Universal y otros, son privados, pertenecientes a grupos económicos nacionales e internacionales. Todos ellos son claramente hostiles al gobierno Chávez. Algo semejante ocurre con la radio, donde sólo el 14% es de propiedad pública. La gran mayoría es privada, y es también contraria al gobierno. La oposición controla pues la gran mayoría de medios de información de Venezuela. No es cierto, por lo tanto, que haya falta de fórums para los partidos o movimientos sociales que se oponen al gobierno Chávez. Antes al contrario, los datos muestran que el dominio de los medios está en manos de la oposición.

En realidad, la concentración de los medios y de su propiedad es un fenómeno alarmante para la democracia venezolana (y para la española). Y es previsible que cualquier intento de diversificar la oferta mediática (controlada hoy por grupos económicos) por parte de las autoridades públicas para asegurar una mayor diversidad, genere resistencia sustentada bajo la premisa de defender la “libertad de prensa”. Esto es lo que está ocurriendo en la mayoría de países de América Latina con gobiernos progresistas. En todos ellos hay un conflicto con los conglomerados mediáticos. Mientras, hay que señalar que hay más medios de información venezolanos que critican al jefe del Estado en Venezuela que medios de información españoles que critiquen al jefe del Estado en España. Y hay muchísimos más medios de derecha en Venezuela que medios de izquierda en España. En realidad, en España, con la desaparición del diario escrito Público, no hay ni un rotativo de izquierdas. ¿Dónde hay, pues, más “libertad de prensa”?

La falta de diversidad de los medios españoles y sus consecuencias


Es precisamente la limitada libertad de prensa en España lo que explica que la visión de América Latina entre la población española sea tan sesgada. Los medios españoles, instrumentalizados los privados por grupos económicos y los públicos por los partidos gobernantes, proyectaron sus deseos al informar que el Presidente Chávez perdería las elecciones. En realidad, todas las encuestas fiables mostraban que Chávez ganaría por amplia mayoría, como así fue (ver David Rosnick Adjusting for Polling Biases in Venezuela’s 2012 Presidential Election. Octubre 2012), en unas elecciones limpias, tal como reconoció el candidato opositor. La victoria del candidato Chávez fue contundente (55% versus el 44,2% para su adversario, con un 81% de participación electoral), en uno de los sistemas electorales más democráticos de América Latina. Como ha indicado el Centro del ex presidente Carter de EEUU (que evalúa y supervisa las elecciones en varias partes del mundo), las elecciones en Venezuela han sido limpias y reflejan justamente el sentir popular. Cito directamente del informe del Centro Carter: “Aunque algunos criticarán los resultados que dieron a Chávez la victoria, nuestra observación nos permite concluir, sin lugar a dudas, que Chávez venció las elecciones justamente y sin artimañas. En realidad de todas las elecciones que hemos supervisado, las elecciones venezolanas son las mejores del mundo. Los venezolanos tienen un excelente sistema electoral…” (citado en Keane Bhatt, “A Hall of Shame for Venezuelan Elections Coverage. North American Congress in Latin America News Analysis”).

¿Qué ocurre en  Venezuela?

La popularidad del Presidente Chávez se debe a que dio prioridad en sus políticas públicas a atender las necesidades de las clases populares, con especial atención a los sectores más vulnerables. Según el Gabinete de Estudios de América Latina del Center for Economic and Policy Research (CEPR), la pobreza en aquel país ha descendido durante el mandato de Chávez un 50% (y la pobreza extrema un 70%), un hecho único en América Latina. Tales datos han sido también documentados por la conocida publicación del mundo empresarial de EEUU, la Bloomberg BusinessWeek, que en un informe sobre Latinoamérica concluye: “Bajo Chávez, la pobreza pasó de representar el 50% de la población cuando ganó sus primeras elecciones, a un 31,6% en 2011. Y la pobreza extrema pasó de un 20% a un 8,5% durante el mismo periodo. Venezuela tiene el nivel de desigualdades más bajo de América Latina y el Caribe, según las Naciones Unidas” (07.10.12). (Es importante señalar, por cierto, que debido a la protesta de varios empresarios estadounidenses, tal conclusión fue eliminada del informe, tras haberse ya publicado).

Sin lugar a dudas, el gobierno Chávez ha sido uno de los que ha tenido mayor sensibilidad social en América Latina. Además de la notable disminución de la pobreza, ha llevado a cabo campañas de alfabetización y escolarización masivas, que han doblado su cobertura durante el mismo periodo antes citado, cuadriplicando, además, la cobertura del sistema de pensiones públicas. Semejante expansión ha ocurrido con el sistema público sanitario, alcanzando a sectores de la población que no habían visto un médico en su vida. Y ha priorizado últimamente un programa sumamente popular, el de construcción masiva de vivienda pública. Todos estos hechos explican su popularidad.

Y este desarrollo social se ha realizado junto con unas políticas económicas que han activado el crecimiento. Un dato resume el éxito de sus políticas económicas. Desde el año 1980 hasta 1998, periodo durante el cual los gobiernos de Venezuela aplicaron políticas de claro corte neoliberal, el PIB per capita cayó un 14%. Desde 2004, cuando el Presidente Chávez tomó el control de la producción de petróleo en su país, el PIB per capita ha crecido un 2,5% cada año en promedio. Como bien subraya Mark Weisbrott, el supuesto “colapso de la economía venezolana” ha sido una de las predicciones más frecuentes en los medios de información españoles hostiles al gobierno Chávez. En realidad, las tasas de crecimiento económico de Venezuela (4,2% del PIB en 2011 y 5,6% en 2012) han sido mucho mayores que las españolas (Un caso abusivo de desinformación sobre América Latina y sobre Venezuela son los artículos de Moisés Naím en El País, que ha estado prediciendo el colapso de la economía venezolana año tras año. Tal rotativo no ha informado de que dicho columnista fue miembro del gobierno venezolano y del Banco Central Venezolano que aplicó las políticas económicas y financieras neoliberales responsables del descenso de la capacidad adquisitiva de las clases populares de aquel país, tal como he citado anteriormente, y que el gobierno Chávez ha revertido).

El daño que hace la falta de pluralidad de los medios en España

La falta de diversidad mediática es uno de los mayores problemas que tiene la democracia española. Su cobertura de la realidad de América Latina en general y de Venezuela en particular es sesgada en extremo, alcanzando niveles bochornosos. Lo que hace no es informar, sino hacer propaganda profundamente conservadora, hostil hacia los partidos y movimientos progresistas, y en defensa a ultranza del neoliberalismo económico, cuya aplicación en Latinoamérica en los años noventa condujo a uno de los periodos en la historia reciente de aquel continente con mayor ineficiencia económica, mayor crecimiento de las desigualdades y mayor pobreza. Tal ideología está bien representada por los escritos de Mario Vargas Llosa, el premio Nobel de Literatura, que escribe habitualmente en El País, y que parece configurar la interpretación que tal rotativo presenta sobre aquel continente. Es la opinión de la ultraderecha neoliberal, que en EEUU representa el Tea Party, y que en España representa la que fue hasta hace poco Presidenta de la Comunidad de Madrid, la Sra. Esperanza Aguirre, de la cual Mario Vargas Llosa es profundo admirador, habiendo incluso indicado que si la Sra. Aguirre fuera la que gobernara en España (la pesadilla de millones de españoles), España no estaría en la crisis en la que se encuentra. Ésta es la versión de la realidad, tanto de España como de América Latina, que se presenta en la mayoría de los medios de mayor difusión, a los que se atribuye una objetividad y equilibrio inexistentes en sus reportajes.

Ni que decir tiene que la crítica al gobierno Chávez es necesaria en las áreas en las que aquel gobierno es mejorable. El excesivo presidencialismo es una de ellas. Pero la misma prensa que critica a Chávez por ello, permanece silenciosa en relación al abusivo presidencialismo de los sucesivos gobiernos españoles. Algo parecido ocurre con la violencia en Venezuela, presentada errónea y maliciosamente como el país con mayor cantidad de homicidios de América Latina. Tal violencia, común en muchos países de América Latina, es denunciable. Pero los medios súper críticos con el gobierno Chávez han permanecido en un silencio ensordecedor frente a la enorme violencia de Honduras, el país más violento de América Latina, con el agravante de que gran parte de tal violencia es política (lo cual no es el caso de Venezuela, cuya violencia es por delitos comunes), como consecuencia de una brutal represión por parte del gobierno hondureño, cuyo partido pertenece, por cierto, a la misma Internacional Liberal que el partido gobernante en Catalunya, Convergencia Democrática, sin que este partido catalán haya protestado por tal represión.

Otro silencio ensordecedor aparece en la crítica de la alianza del gobierno Chávez con el sistema dictatorial de Irán. No tengo ninguna simpatía por tal régimen. Antes al contrario. Pero la política (que considero desacertada) de que el adversario de tu adversario es tu amigo, lleva a unas alianzas en la geopolítica que determinan unos apoyos frecuentemente cuestionables. La crítica a esta alianza Venezuela-Irán por parte de los citados medios pierde credibilidad, sin embargo, cuando se compara con su silencio respecto a las alianzas  tanto de EEUU como de la Unión Europea con el Estado de Israel, a pesar de los horrores y brutalidades documentadas que se están realizando en contra del pueblo palestino por parte de aquel Estado.

Los costes para España de tener tales medios de información y persuasión

El comportamiento tan sesgado de los medios españoles sobre Venezuela y sobre América Latina está perjudicando enormemente a la comprensión de lo que ocurre en aquel continente. Tales medios intentan dividir los gobiernos entre buenos (Lula) y malos (Chávez) creando divisiones falsas que no ayudan a entender lo que ocurre. En realidad, Lula apoyó a Chávez, indicando que “una victoria de Chávez será una victoria no sólo para el pueblo de Venezuela, sino también una victoria para todos los pueblos de Latinoamérica”. Hoy, al periodo neoliberal de los años ochenta y noventa le ha sucedido uno con una larga lista de gobiernos de izquierda que intentan transformar profundamente sus sociedades a partir de procesos democráticos que exigen un cambio muy notable de las relaciones de poder controladas por grupos económicos y mediáticos que se resisten a tales cambios. Todos estos gobiernos (Rafael Correa en Ecuador, Luiz Inácio Lula da Silva y ahora Dilma Rousseff en Brasil, Evo Morales en Bolivia, José Mújica en Uruguay, Cristina Fernández en Argentina, y otros) están intentando democratizar sus sociedades, lo que implica un cuestionamiento de la monopolización de la información en los medios, lo cual explica su “mala prensa”. El día que España tenga un gobierno que sea de izquierdas e intente semejante democratización, veremos también su “demonización”.

lunes, 15 de octubre de 2012

El año 2000, el gobierno de Aznar concedió 1,731 indultos, y en los seis primeros meses de 2012, Rajoy ya ha concedido 254.


El Supremo califica el indulto al 'número dos' de Botín por el gobierno de Zapatero, de "arbitrio incontrolable".


... y archiva la querella contra el expresidente del Gobierno porque indultar en España es una "herencia absolutista" que no exige justificación.


PUBLICO.es
Madrid 15/10/2012


 El indulto concedido en noviembe de 2011 por el Gobierno en funciones de José Luis Rodríguez Zapatero al banquero Alfredo Sáenz fue "un arbitrio" que convirtió en "vana" una sentencia condenatoria, gracias a que la Ley de Indulto en España, "herencia del absolutismo", no exige ningún tipo de justificación.

Así de claro y contundente lo establece la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo en un auto en el que archiva la querella planteada por el partido político Soberanía de la Razón contra el expresidente del Gobierno y el exminitro de Justicia Francisco Caamaño, por el indulto concedido al consejero delegado del Banco Santander y 'número dos' de Emilio Botín. La resolución destaca que la vigente Ley de Indultos, del año 1870, no exige al Gobierno "el más mínimo ejercicio"de justificación de sus indultos

El auto recoge un alegato durísimo contra la "arbitrariedad" que la Ley concede al Gobierno en España a la hora de conceder indultos, que califica de "herencia del absolutismo y de no fácil encaje en un ordenamiento constitucional", al no exigir "dar pública cuenta del porqué de los mismos".

Añade que el origen del indulto actual es la prerrogativa regia de lo que se denominaba "justicia retenida". Para el Supremo, es una "herencia del absolutismo, al fin y al cabo, de no fácil encaje, en principio, en un ordenamiento constitucional como el español vigente, presidido por el imperativo de sujeción al derecho de todos los poderes, tanto en el orden procedimental como sustancial de sus actos; y, en consecuencia, por el deber de dar pública cuenta del porqué de los mismos".

Para el alto tribunal, ese deber está "especialmente reforzado en su intensidad, cuando se trata de resoluciones jurisdiccionales, más aún si de sentencias de condena; que, paradójicamente, pueden luego, como en el caso, hacerse vanas sin que conste ninguna razón estimable, en el ejercicio de una discrecionalidad política, más bien arbitrio, no vinculada e incontrolable, por tanto".

"Dado el actual marco legislativo --insiste el tribunal--, es lo que hay, y, de aquí, la imposibilidad jurídica de seguir a la querellante en su planteamiento".

Soberanía de la Razón, el partido del abogado José Luis Mazón, se querelló contra Zapatero y Caamaño al entender que el indulto a Sáenz y otros dos directivos bancarios fue una decisión "notoriamente arbitraria que se salta los límites propios de la actividad administrativa".

La querella argumentaba que el Real Decreto por el que se indultó a Sáenz era constitutivo de un delito de prevaricación, porque además de anular la condena de tres meses de arresto e inhabilitación que le impuso el Supremo por acusación falsa cuando presidía Banesto, dejaba sin efecto la prohibición para ejercer la actividad bancaria.

El TS sostiene, en cambio, que los hechos denunciados no pueden considerarse constitutivos de delito porque "en la querella se avanzan hipótesis que, legítimamente planteables en el plano del debate público, no obstante carecen aquí de pertinencia". En este sentido, la Sala de lo Penal del TS insiste en que no es que se estime "irrelevante", desde el punto de vista ético o ético-político, el móvil que pudiera subyacer en la decisión de indultar a Sáenz, sino que la regulación legal "priva de trascendencia jurídica práctica a esta dimensión del asunto".

Así, el auto recuerda que la ley de 1870 que regula el indulto, condiciona el otorgamiento de esta medida de gracia a la concurrencia de "razones de justicia, equidad o utilidad pública" y renuncia por completo "a exigir el más mínimo ejercicio de justificación al Gobierno". Máxime en el caso de un indulto parcial y de conmutación de la pena -que es el caso de Sáenz-, donde la legislación permite prescindir, incluso, de ese requisito.

Respecto a la prohibición de ejercer su profesión en entidades bancarias "durante el tiempo de la condena", el Supremo señala que en el caso de Sáenz el indulto dispone dejar "sin efecto cualesquiera otras consecuencias jurídicas o efectos derivados de la sentencia, incluido cualquier impedimento para ejercer la actividad bancaria". Lo cual no significa, en contra de lo que sostenía el querellante, que se borre la existencia misma de la sentencia condenatoria ni la generación de un antecedente penal, que "subsiste y resiste" al indulto.

En los seis primeros meses de este año (hasta el 28 de junio), el Gobierno de Rajoy había concedido 247 indultos, sólo 54 menos de los 301 que se concedieron en todo el año 2011.

Durante el año 2000, el Gobierno de Aznar batió el récord concediendo 1.731 indultos, aunque otorgó más de 1.400 de golpe justificándolo en que el entonces papa católico Juan Pablo II había pedido que se favoreciese ese tipo de medidas de gracia con motivo del año jubilar. En el paquete de indultos introdujo el del juez de la Audiencia Nacional Javier Gómez de Liaño, que había sido condenado por prevaricación en el "caso Sogecable"


http://www.publico.es/espana/443903/el-supremo-califica-el-indulto-al-numero-dos-de-botin-de-arbitrio-incontrolable-de-zapatero

domingo, 14 de octubre de 2012



 EL COMUNISTA.NET
Prensa Roja Mundo Hispano

LA BANCA GANA CON LA MUERTE

Por Josefina Terrado
octubre 14, 2012


No es una broma de mal gusto. La  insaciable avaricia bancaria ha dado un paso más y el Deutsche Bank crea  el fondo de inversión DB Life Kompass 3 que permite a sus clientes apostar especulando con sus capitales sobre la esperanza de vida de personas de la tercera edad. Si estas personas viven más tiempo, gana el banco; en caso contrario, gana el inversor.

Hasta ahora, la suma generada por tan macabra inversión supera los  200  millones de euros. El sector financiero privado no se ruboriza por dicha iniciativa. Una línea de negocio similar a una apuesta lúdica, si no fuera porque forman parte del asombroso acceso a la historia clínica de 500 ciudadanos estadounidenses de entre 70 y 90 años de edad, reveladora de su expectativa de vida. Esto hace del tétrico negocio un auténtico desatino ético de enorme alarma social.  Si los seleccionados viven un promedio de 12 meses más de lo que expertos médicos vaticinen, el rédito del fondo es del 8,45% por año; si viven 24 meses más, el rédito desciende al 3% por año. Así que se estará pendiente del desenlace de la ruleta, la lucha por la vida de seres humanos que, sin saberlo, provocan que el propio inversor desee la muerte de la persona objeto de la  inversión  para obtener suculentos beneficios económicos. Para mayor enjundia, las tablas de estadísticas elaboradas a partir de los datos de salud de los ancianos, manejados por la entidad bancaria, están convenientemente desfasadas, cercenando información al inversor con el fin de asegurarse el beneficio.

El inversionista, además de participar en un mercadeo macabro resulta engañado –de listillo a pardillo-, y, doloridos en sus bolsillos sin alma,  han osado denunciar a la banca -que nunca pierde-, por tener acceso a información privada sobre el estado de salud de los ciudadanos, ahora activos.

Esto es la expresión de  la decadencia del modo de vida capitalista, que constituye la base de la especulación financiera.  Todo se compra y se vende, sin remilgos de ningún tipo a la hora de lucrarse con suculentas plusvalías, incluso asociadas a la muerte de ciudadanos que ignoran al juego de casino al que están sometidos en su perspectiva de existencia.


http://elcomunista.net/2012/10/14/la-banca-gana-con-la-muerte/

viernes, 12 de octubre de 2012

  
LA GRAN ESTAFA: PRESUPUESTO 2013 
       
Vicenç Navarro, Catedrático de Ciencias Políticas y
Políticas Públicas de la Universidad Pompeu Fabra


Estos últimos días de septiembre ocurrieron cuatro hechos que definen con toda claridad la raíz del problema al que España se enfrenta. Uno fue la presentación del presupuesto por parte del Gobierno español en el que se indica que el Estado tendrá que pagar casi 40.000 millones de euros a los acreedores (la mayoría bancos extranjeros y españoles) para cubrir lo que se les debe como consecuencia de tener que abonarles los intereses de la deuda pública española que poseen. Esta elevada cantidad se debe a los altos intereses de tal deuda, consecuencia, en gran parte, no de la especulación de los mercados financieros –como constante y erróneamente se asume en los medios donde la sabiduría convencional se reproduce– sino de la oposición del Banco Central Europeo a comprar deuda pública en los mercados primarios, es decir, directamente al Estado español, como hace cualquier Banco Central digno de su nombre (tal como el Federal Reserve Board de EEUU, el Banco de Inglaterra en Gran Bretaña o el Banco de Japón). Los máximos beneficiarios de estos pagos del Estado a los acreedores son los bancos españoles y europeos (entre los cuales sobresalen los alemanes que tienen una excesiva dimensión, influencia y protagonismo en las instituciones de la Eurozona) que recibieron prestado dinero del mismo BCE a unos intereses por debajo de un 1%, con el cual compraron deuda pública española a unos intereses del 6% y el 7%. Un negocio redondo para tales instituciones financieras, que consiguieron gracias a la ayuda del BCE, que no es un banco central sino un lobby de la banca y muy en especial de la banca alemana. A aquellos que consideren el término lobby una exageración les aconsejo que lean, no ya las actas del BCE (que son secretas) sino las publicaciones de tal institución. Y verán si dicho término es o no adecuado para definir el BCE, el mayor promotor hoy en la Eurozona de las políticas de austeridad (austeridad, por cierto, que no aplica a su propio comportamiento, pues acaba de estrenar una sede exuberante en Frankfurt que ha costado seis veces más de lo inicialmente calculado y que albergará a los funcionarios mejor pagados del establishment público europeo). En tales boletines, la defensa de los intereses de la banca es central en la percepción de lo que el BCE considera ser su función. Tal defensa se viste con el traje de que “su misión es controlar la inflación”. En esta defensa de sus intereses, irán a extremos que van desde desmantelar la Seguridad Social en España, hasta recuperar la semana laboral de seis días. Es, como bien dice Noam Chomsky, la lucha de clases unilateral de una minoría –la banca– en contra de todos los demás.

El poder de la banca: el endeudamiento de España

Esta deuda, sin embargo, está basada, en parte, en la enorme influencia de la banca no solo sobre el BCE sino también sobre el Estado español. Hoy, la influencia de la banca sobre la sociedad española rebasa cualquier límite tolerable en un sistema democrático. Todos –desde los partidos políticos, a la prensa, las empresas y las familias– están enormemente endeudados con la banca. La actitud tan poco crítica de los medios de información hacia el comportamiento de la banca y su dominio de la vida política y mediática del país se basa precisamente en este hecho. En lugar de denunciar esta relación obvia entre las instituciones financieras y las instituciones políticas, los medios de mayor difusión y los partidos mayoritarios atribuyen el endeudamiento al comportamiento supuestamente irresponsable de las familias, de las pequeñas y medianas empresas (las grandes tienen ya más dinero de lo que necesitan para invertir) y del Estado. Es lo que se llama en inglés, el “victim blaming”, es decir responsabilizar a la víctima de su propia tragedia.

En tal argumentación se ignoran y/u ocultan varios hechos. El endeudamiento de las familias se debe a la disminución de su capacidad adquisitiva, resultado del descenso de las rentas del trabajo como porcentaje de la renta total del país, descenso que ha sido mucho más acentuado durante los últimos años debido a las reformas laborales y a la disminución salarial que tales reformas intentaron y alcanzaron exitosamente.

El endeudamiento de las medianas y pequeñas empresas se debe, en parte, al descenso de la demanda de sus productos y servicios, consecuencia de la disminución de la capacidad adquisitiva de las clases populares y también a la gran carestía del crédito, resultado de la desviación de la actividad crediticia de la banca hacia actividades especulativas más rentables como las inversiones inmobiliarias, habiéndose establecido el maridaje banca-sector inmobiliario que llevó al desastre.

El endeudamiento del estado se debe a las políticas fiscales regresivas que han beneficiado sistemáticamente a las rentas del capital y a las rentas superiores a costa de las rentas del trabajo. Esta regresividad explica la gran pobreza del estado (los ingresos al estado español son los más bajos de la UE-15, un 31% del PIB, comparado con un 44% en el promedio de la UE-15 y un 54% en Suecia). Y este problema se acentuó todavía más mediante las reformas fiscales regresivas aprobadas en el momento de expansión económica (estimulada por la burbuja inmobiliaria). Así, como resultado de la reforma tributaria del 2006, el estado dejó de recoger en 2008 19.600 millones de euros (según los datos del Servicio de Estudios y Estadísticas Fiscales del Ministerio de Economía y Finanzas). Los impuestos sobre el capital descendieron un 39% y los de las rentas superiores un 11%.

España no se hubiera endeudado tanto si hubiera tenido un sistema tributario más justo y más avanzado. La bajada de impuestos explica que el estado tuviera que pedir prestado a los bancos para cubrir el agujero creado en sus arcas precisamente como consecuencia de la bajada de impuestos a las rentas del capital y rentas superiores. Como resultado de esta situación, el estado, además de bajarles los impuestos a los súper ricos, ahora les paga unos intereses muy altos, a través de los bancos, por los bonos que han comprado con el dinero conseguido en los recortes de impuestos. Otro negocio más que redondo, para el beneficio primordialmente de lo que se llamaba burguesía financiera y los súper ricos.

Pero esta enorme necesidad de endeudamiento fue una gran golosina, no sólo para la banca española sino también para la banca europea y, muy en especial, la banca alemana. De ahí que la banca alemana tenga hoy casi 200.000 millones de euros prestados en el territorio español, tanto en deuda pública como privada. Y está hoy muy preocupada pues el estallido de la burbuja inmobiliaria (a la que contribuyó en gran medida a que se inflara) puede arrasar toda la banca, incluida la alemana.

El llamado rescate al sistema bancario

Lo cual me lleva al segundo hecho acaecido el 28 de septiembre. La decisión del gobierno español de pedir el rescate a la banca, mediante el préstamo de 40.000 millones de euros (casi la misma cifra que el estado español tendrá que pagar a la banca por la deuda), para asegurarse lo que se llama “la viabilidad del sistema bancario español”, a lo que tendría que haberse añadido “y de la banca alemana”. Es decir que el estado pide dinero (que tendrá que devolver el propio estado, pagado por el ciudadano español) a las autoridades de la eurozona, donde la banca alemana es muy influyente, para ayudar a la banca, asegurándose así que no quiebre y que se pague a la banca alemana (entre otras). Como bien dijo el asesor económico al gobierno alemán, el Sr. Peter Bofinger, en su comentario sobre la aprobación de 100.000 millones de euros para el rescate a la banca española “Esta ayuda no es a estos países en problemas (como España) sino a nuestros propios bancos que poseen una gran cantidad de deuda privada en estos países”.

Las condiciones leoninas del rescate: el presupuesto del Estado

Este rescate se hace en condiciones leoninas que tendrán que pagar las clases populares a base de enormes sacrificios y recortes, incluidos los recortes que recoge el presupuesto propuesto por el gobierno el día 27 de septiembre, el tercer hecho digno de mención. La falta de medidas de protección de la capacidad adquisitiva de los pensionistas y de los desempleados es un ejemplo más de la insensibilidad social del presupuesto que aparece con toda intensidad en los recortes de gasto público social y disminución muy notable de la protección social. Su brutalidad queda demostrada en que incluso la Troika indicó que las medidas tomadas por el gobierno iban incluso más allá de lo que la propia Troika les exigía. El gobierno español ha sido siempre el alumno aventajado del establishment neoliberal que domina las estructuras de la gobernanza de la eurozona.

Y todas estas políticas se presentan como las únicas posibles, negando y ocultando la evidencia fácilmente accesible de que sí las hay. El BCE podría actuar, por ejemplo, como un banco central, con el objetivo de estimular la economía y no sólo controlar la inflación. El estado español podría haber tenido ya en anteriores presupuestos y en los actuales una política fiscal mucho más progresiva, de manera que en lugar de recortar las pensiones (para conseguir 1.200 millones de euros) podría haber mantenido el impuesto de patrimonio (consiguiendo 2.100 millones) o anulado la bajada del impuesto de sucesiones (consiguiendo 2.552 millones) o anulado la bajada de impuestos a las personas que ingresen más de 120.000 euros al año (consiguiendo 2.500 millones). O en lugar de recortar 6.000 millones en sanidad, podrían haber anulado la bajada del impuesto de sociedades de las grandes empresas que facturan más de 150 millones de euros al año (y que representan sólo el 0,12% de todas las empresas), consiguiendo con ello 5.300 millones.

O en lugar de recortar 200 millones a los servicios de atención a las personas con dependencias, podrían haber eliminado el subsidio del estado a la Iglesia Católica para que enseñe religión católica en las escuelas públicas del estado. Y así una larga, larga lista mostrando que sí que hay alternativas, como Juan Torres, Alberto Garzón y yo hemos documentado en el libro Hay alternativas.

Y el estado español podría dejar colapsar bancos en España (Bankia es un caso claro), estableciendo bancas públicas o subvencionando cooperativas de crédito que lo garanticen. El rescate financiero es una ayuda más a la banca y a las rentas superiores que son los mayores accionistas de tales bancos, sin que se garantice el crédito. Hoy el obstáculo mayor al ofrecimiento de crédito es la banca, cuyo poder en España es único en la UE y en la OCDE. Lo que ocurre con los desahucios es un escándalo sin paralelo en otros países.

Estos tres hechos ocurridos al final de septiembre son indicadores del enorme poder de una minoría que está consiguiendo lo que siempre desearon: la destrucción de los sindicatos, la eliminación de la protección social, la bajada de salarios y la desaparición del estado del bienestar.

El Cuarto hecho:

Permítanme que añada otro hecho digno de mención: las movilizaciones del movimiento 15-M y otros movimientos para denunciar al Congreso, en Madrid. Fue sabio de este movimiento renunciar a la ocupación del congreso. Pero fue digno de ser aplaudido que intentaran denunciar lo que estaba ocurriendo dentro de él, pues los otros tres hechos son un indicador de la violación a la democracia que está ocurriendo en España. Ninguna de tales políticas traducidas en aquellos tres hechos tiene un mandato popular. Hoy, la mayoría del Congreso es un instrumento que claramente ni representa ni está al servicio de la mayoría de la población española. Sus políticas no han sido aprobadas por la ciudadanía española. No son los que se manifiestan los que están atacando a la democracia sino los que están dentro (refiriéndome a los partidos que están aprobando tales políticas sin mandato popular) que están violando la democracia.

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