viernes, 22 de junio de 2012

Os traigo una entrada que Lucas León Simón acaba de hacer a su blog y que con su fina e inteligente ironía cordobesa pone a 'caer de un guindo' a casi toda la plana mayor del PP que por "cosas del destino", es la misma subespecie que nos gobierna.

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El presidente de las islas Salomón se ha caído de un guindo.

Lucas León Simón - 22 junio 2012

Al presidente de las islas (Salomón) no se lo toma nadie en serio. Parece que se ha caído de un guindo. El ministro de Economía de las islas (Salomón) se llama De Guindos. También se ha caído. Del mismo guindo. Los guindos, las islas, los ministros, los presidentes, los que se caen, son el hazmerreir del mundo. Mundial.

Esperanza Aguirre quiere acabar con los sindicatos. Esperanza Aguirre acabar con el Tribunal Constitucional. Esperanza Aguirre quiere acabar con el Metro. Aguirre (Esperanza) quiere acabar con los funcionarios (y con sus sueldos). Aguirre quiere acabar con todo (menos con Franco), todos quieren que Esperanza (Aguirre) acabe.

Había una vez una Botella casada con un bigote. La Botella estaba sólo un centímetro por encima de la profunda (idiotez). A la idiotez la hicieron alcaldesa, para contentar al bigote. La Botella y el bigote casaron a su niña en un escorial. La Botella, el bigote, su niña, la idiotez y el escorial eran el mismo detritus.

A una virgen (de Fátima) que no había trabajado nunca la hicieron ministra. De trabajo. Y se sacó una reforma (del mercado y de lo laboral) que dejaba sin trabajo (y sin derechos) a los pocos que lo tenían (el trabajo y los derechos). Y aumentaron los parados. Y la virgen (de Fátima) le pidió a otra virgen (del Rocío) que se acabará el paro. Y el paro, los parados y los que tienen trabajo, todavía no han mandado a hacer el camino (a su casa) a la virgen (de Fátima). La del milagro.

A un fabricante de armas (de racimo) también lo nombraron ministro. Además de fabricar y vender (racimos) era vizconde. De Alesón. Cuando prohibieron la venta de racimos se enfadó mucho. Y puso una demanda por cuarenta kilos (de racimos). El presidente del gobierno de las islas (Salomón) le ha pagado los cuarenta (kilos) cuando se caía del guindo. El milagro de las bombas (de racimo).

El presidente de las islas (Salomón) tiene un primo. Que es contra-ecologista. Y que dice que el cambio climático es una milonga. El presidente (el de las islas) se ha ido a Río a una cumbre (del clima). Y todos (primo y milongas incluidos) han hecho el ridi y se han caído, no al guindo sino al río. Son como unos hilillosss de plastilina.

Salomón, ¡que digo!, el presidente (de las islas) no quiere decir “rescate”. Quiere que se diga “crédito”. Entre risotadas de Bruselas nos quiere tomar por tontos.

Se ha cepillado el debate del estado (de la nación) de la jindama que la ha entrado. Suprimiendo el debate, el Tribunal Constitucional, los derechos (de los trabajadores) y la palabra rescate también podíamos suprimir al presidente. De las islas. O de la nación.

Nunca tan pocos, mintieron y suprimieron tanto. (Salomón).



 

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